
AYMAR YUTAWI EXPONE SUS OBRAS EN INÉDITA BIENAL INDÍGENA
Sus pinturas de temática andina son altamente cotizadas. El pintor iquiqueño hace un alto en su apretada agenda, para exponer una serie de óleos en el marco de la Primera Bienal de Arte y Cultura Indígena, que se desarrolla desde ayer en la capital.
Erick Bellido
La Nación
Cueros de serpientes, espinas de cactus, escamas de peces, plumas de faisanes, conchas, semillas y coirones. No se trata de condimentos para crear un brebaje mágico, sino de algunos de los elementos naturales que utiliza el artista aymara Aymar Yutawi, para realizar sus obras a base de piroxilina (pintura) sobre bastidores de tela.
“Mis temáticas están inspiradas en investigaciones propias de la cultura andina. Desde hace casi 40 años vengo dialogando con ancianos aymaras y quechuas de quienes me nutro para dar forma a mis abstracciones visuales”, dice Yutawi a La Nación.
Cinco son las pinturas que exhibe en Santiago, las que son parte de una serie de 120 obras llamadas Wayra Aru -la voz del viento- que tienen la particularidad de tomar matices de la biodiversidad natural y del folclor iconográfico nortino.
“En los ’80 aprendí en Ecuador directamente de Oswaldo Guayasamín la técnica indigenista. Gracias al legado de mi maestro, hoy mi arte posee un fuerte concepto de identidad andina”, cuenta Aymar, y agrega que “no sólo vivo del arte, también soy dirigente y lucho por lograr el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios de propiedad intelectual y cultural, razón por la que mantengo estrecho contacto con mi amigo Evo Morales”.
La plástica de Aymar Yutawi, altamente valorizada en Latinoamérica y Europa, puede ser apreciada al igual que el trabajo de un centenar de artistas indígenas chilenos, hasta este domingo en el marco de la 'Primera Bienal de Arte y Cultura Indígena' que se presenta en el Centro Cultural Estación Mapocho. Un evento sin precedentes a nivel nacional e internacional, que contempla además, diversas muestras ligadas a las artes escénicas, de la palabra y contemporáneas. Éstas son apoyadas a su vez con foros temáticos que sacan a relucir el legado intercultural legado de la cultura mapuche, aymara, kawéskar, rapanui, yagán, williche y atacameña, mediante la exhibición de técnicas y artes textiles, orfebrería, cerámica o tallado en madera.
La tierra, el agua y la lengua son los tres conceptos que inspiran esta Bienal, la cual contempla espacios para la muestra de colecciones patrimoniales como las del Museo San Miguel de Azapa, Museo Mapuche de Cañete, Muestra Patrimonial Rapa Nui y Pueblos Australes (Dibam), Museo de Arte Popular Americano (platería), Codelco (usos del cobre) y el Programa de Artesanía de la Universidad Católica (textiles).
Erick Bellido
La Nación
Cueros de serpientes, espinas de cactus, escamas de peces, plumas de faisanes, conchas, semillas y coirones. No se trata de condimentos para crear un brebaje mágico, sino de algunos de los elementos naturales que utiliza el artista aymara Aymar Yutawi, para realizar sus obras a base de piroxilina (pintura) sobre bastidores de tela.
“Mis temáticas están inspiradas en investigaciones propias de la cultura andina. Desde hace casi 40 años vengo dialogando con ancianos aymaras y quechuas de quienes me nutro para dar forma a mis abstracciones visuales”, dice Yutawi a La Nación.
Cinco son las pinturas que exhibe en Santiago, las que son parte de una serie de 120 obras llamadas Wayra Aru -la voz del viento- que tienen la particularidad de tomar matices de la biodiversidad natural y del folclor iconográfico nortino.
“En los ’80 aprendí en Ecuador directamente de Oswaldo Guayasamín la técnica indigenista. Gracias al legado de mi maestro, hoy mi arte posee un fuerte concepto de identidad andina”, cuenta Aymar, y agrega que “no sólo vivo del arte, también soy dirigente y lucho por lograr el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios de propiedad intelectual y cultural, razón por la que mantengo estrecho contacto con mi amigo Evo Morales”.
La plástica de Aymar Yutawi, altamente valorizada en Latinoamérica y Europa, puede ser apreciada al igual que el trabajo de un centenar de artistas indígenas chilenos, hasta este domingo en el marco de la 'Primera Bienal de Arte y Cultura Indígena' que se presenta en el Centro Cultural Estación Mapocho. Un evento sin precedentes a nivel nacional e internacional, que contempla además, diversas muestras ligadas a las artes escénicas, de la palabra y contemporáneas. Éstas son apoyadas a su vez con foros temáticos que sacan a relucir el legado intercultural legado de la cultura mapuche, aymara, kawéskar, rapanui, yagán, williche y atacameña, mediante la exhibición de técnicas y artes textiles, orfebrería, cerámica o tallado en madera.
La tierra, el agua y la lengua son los tres conceptos que inspiran esta Bienal, la cual contempla espacios para la muestra de colecciones patrimoniales como las del Museo San Miguel de Azapa, Museo Mapuche de Cañete, Muestra Patrimonial Rapa Nui y Pueblos Australes (Dibam), Museo de Arte Popular Americano (platería), Codelco (usos del cobre) y el Programa de Artesanía de la Universidad Católica (textiles).
Homenaje a Santos Chávez
A cinco años de la muerte del connotado artista mapuche José Santos Chávez, más de un centenar de exponentes indígenas de todo Chile recordaron ayer en el contexto de la Bienal Indígena, el valor de su obra a través de la exposición 'Grito Geográfico'.
El Premio Grace en 1968 en Chicago, la Mención de Honor en la Casa de las Américas de Cuba el mismo año y el Altazor en Chile el 2001, son algunos de los reconocimientos que obtuvo el artista.
Santos Chávez alcanzó reconocimiento internacional con sus grabados de técnica poco tradicional en madera nativa. Plasmó toda una simbología onírica, propia del los mapuche, que sumado a la nobleza propia de la madera, naturalmente unida al poder de la tierra y el bosque, entregó a su obra un sello muy particular.
Para Lorena Lemungier, artista visual mapuche, “los artistas indígenas contemporáneos se han visto siempre en un nivel folclórico, pero Chávez logró trascender las fronteras y el concepto de lo indígena como folclor, al dar cuenta de su identidad, desde un óptica muy especial, como es la de sus sueños, un sello totalmente mapuche”.

El Premio Grace en 1968 en Chicago, la Mención de Honor en la Casa de las Américas de Cuba el mismo año y el Altazor en Chile el 2001, son algunos de los reconocimientos que obtuvo el artista.
Santos Chávez alcanzó reconocimiento internacional con sus grabados de técnica poco tradicional en madera nativa. Plasmó toda una simbología onírica, propia del los mapuche, que sumado a la nobleza propia de la madera, naturalmente unida al poder de la tierra y el bosque, entregó a su obra un sello muy particular.
Para Lorena Lemungier, artista visual mapuche, “los artistas indígenas contemporáneos se han visto siempre en un nivel folclórico, pero Chávez logró trascender las fronteras y el concepto de lo indígena como folclor, al dar cuenta de su identidad, desde un óptica muy especial, como es la de sus sueños, un sello totalmente mapuche”.

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