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Mostrando las entradas de 2020

Behemoth, o la leña al fuego -para la revolución- de la derecha.

Da risa (por lo menos) ver a la derecha chilena (y sus acólitos, como los "miedos" de comunicación, entre otros) irse en contra de la migración, cuando estuvieron, durante décadas, vendiendo -o tratando de vender- al mundo el discurso de "Chile es un país que crece", "Chile es un país con una economía sólida", "Chile es un país estable" o (el más ridículo, y que mencionó el rey de los ridículos días antes del estallido social) "Chile es un oasis"... Oigan, niñitxs de la derecha: normalmente muchas personas migran (y se los dice un migrante) tratando de buscar mejores oportunidades, o escapando de las situaciones paupérrimas de sus lugares de origen, precisamente a lugares en donde se asume que la economía es mejor (y, por ende, hay más posibilidades de empleos) y/o están las oportunidades que ellxs esperan, algo que, basta con leer para saber, ocurre en todas las latitudes...  Claro, a la derecha se le olvida fácilmente, tiene amnesia s

Como homenaje a Julio Anguita, reivindicar la Política y la inteligencia.

A uno le da pena la muerte de personas como Julio, Anguita, no sólo por el fallecimiento de un histórico de la Izquierda (que ya es decir mucho), sino, especialmente, por la pérdida de alguien que, en su ser, personificó a la verdadera Política, aquella con mayúsculas.  Me pasó lo mismo con la muerte de Volodia Teitelboim, de Ben Alí, de Fidel, entre otros: personajes con una lucidez superior, que entendían que la política debe ser el continuo proceso de confrontación de las ideas, del pensamiento, de la crítica y autocrítica, y de la capacidad de argumentación de las mismas, y llevarlas a la acción. Da pena, además de la pérdida de dichas figuras, porque aquello aparece tan lejano a la suplantación de lo que es el QUÉ-HACER político (con total minúscula hoy), vulgar, bruto, chabacano, imbécil, que no tiene problemas en recurrir a la burla fácil, ridícula, tamiz que acude raudo en usar al racismo, la homofobia o la misoginia (por sólo mencionar a algunos recursos retóricos), si se trat

Humanidad/Humanismo o barbarie...

"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde ", reza el viejo adagio, más asociado a los avatares vinculados a idas relaciones personales. Pero, yo lo venía discutiendo, de cuando en vez, en los últimos años, con amigos (de esos que te aguantan los desvaríos intelectualoides, claro): ¿cómo los marxistas, en nuestra larga lucha contra el capitalismo, no asumimos el consolidar al Estado de bienestar, y de ahí para arriba conquistar, perseguir metas? Eran de esas añoranzas por un amor mal correspondido, ahora que sopesabas toda la valía de su querer; de tanto putear a la socialdemocracia con sus continuos coqueteos y contubernios con la derecha, ahora la derecha no sólo se quedaba con la socialdemocracia, sino que también destruía lo único decente (y no menor) que esta había logrado, el tan poco valorado welfare state. Ahora eran tiempos neoliberales, los ladrillos del derruido imperio soviético eran lacerados desde la raíz, el capitalismo aparecía como amo y señor, y los etern