
La Ronda de negociaciones de la OMC iniciada en Doha, emirato de Qatar, en noviembre de 2001, debería concluir en cuanto a acuerdos básicos en Hong Kong del 11 al 18 de diciembre. Hace meses se habían logrado avances en base a consensos entre EEUU y la Unión Europea, cuyas posiciones son decisivas. Pero en la conferencia de Ginebra, se pudrió todo. Es lógico que sobre el final cada uno trate de sacar ventajas y para ello asuma posiciones extremas. Si sólo fueran fintas, no sería grave. Pero da la impresión de que han vuelto los disensos fundamentales.
En cuanto a una drástica disminución de subsidios existe cierto consenso. En la UE ya pasaron buena parte de lo que llaman la “caja ambar” (subsidios a la producción, que la incentivan) y de la “caja azul” (subsidios condicionados a una limitación de la producción o de la superficie sembrada) a la “caja verde” (subsidios no vinculados a la producción, sino a la persona del productor y al cuidado del medio ambiente). Además, proponen eliminar los subsidios a la exportación. EEUU plantea limitar sus subsidios. Igual, ambos están bajo fuerte presión por sus insostenibles déficit presupuestarios. Entre bajar subsidios agrícolas o subsidios sociales, preferirán lo primero.
Pero donde EEUU y UE están muy intransigentes es en el acceso a los mercados (...) Lo que la UE propone es una broma de mal gusto: bajar 38% los aranceles, pero excluyendo 2% de las posiciones arancelarias, que consideran “sensibles” e incluyen la carne vacuna (...) Si se quiere llegar a un acuerdo habrá que buscar soluciones de transacción; por ejemplo en carne, que la UE fije un cupo igual o algo mayor al que ahora importa, con un arancel mínimo, en lugar de seguir con sistema de arancel variable (...)
El grupo de los 20 (Argentina, Brasil, China, India, Sudáfrica y otros) se inclina por la posición que es mejor ningún acuerdo que uno malo. Ello implica que la conferencia de Hong Kong puede fracasar, como Cancún hace dos años. Ante esto, debemos pensar ya en una estrategia alternativa: implementar acuerdos bilaterales con países y regiones, con ventajas para el Mercosur. Está muy avanzado un acuerdo con la UE, que quedó congelado a la espera de Hong Kong. (...) EEUU ya inició hace rato esa estrategia, que en esencia se opone al acuerdo general de OMC.
Deberíamos presentar a la OMC todas las quejas por violaciones que nos perjudican (...) En los casos que ganemos, podremos adoptar medidas de retorsión: aranceles adicionales para productos de los que nos perjudican. Sería un medio de presión para que eliminen o suavicen sus medidas. Si no hay acuerdo, queda la guerra comercial. Pero no es la actitud tradicional de la Cancillería.
La Razón
Buenos Aires, Argentina
En cuanto a una drástica disminución de subsidios existe cierto consenso. En la UE ya pasaron buena parte de lo que llaman la “caja ambar” (subsidios a la producción, que la incentivan) y de la “caja azul” (subsidios condicionados a una limitación de la producción o de la superficie sembrada) a la “caja verde” (subsidios no vinculados a la producción, sino a la persona del productor y al cuidado del medio ambiente). Además, proponen eliminar los subsidios a la exportación. EEUU plantea limitar sus subsidios. Igual, ambos están bajo fuerte presión por sus insostenibles déficit presupuestarios. Entre bajar subsidios agrícolas o subsidios sociales, preferirán lo primero.
Pero donde EEUU y UE están muy intransigentes es en el acceso a los mercados (...) Lo que la UE propone es una broma de mal gusto: bajar 38% los aranceles, pero excluyendo 2% de las posiciones arancelarias, que consideran “sensibles” e incluyen la carne vacuna (...) Si se quiere llegar a un acuerdo habrá que buscar soluciones de transacción; por ejemplo en carne, que la UE fije un cupo igual o algo mayor al que ahora importa, con un arancel mínimo, en lugar de seguir con sistema de arancel variable (...)
El grupo de los 20 (Argentina, Brasil, China, India, Sudáfrica y otros) se inclina por la posición que es mejor ningún acuerdo que uno malo. Ello implica que la conferencia de Hong Kong puede fracasar, como Cancún hace dos años. Ante esto, debemos pensar ya en una estrategia alternativa: implementar acuerdos bilaterales con países y regiones, con ventajas para el Mercosur. Está muy avanzado un acuerdo con la UE, que quedó congelado a la espera de Hong Kong. (...) EEUU ya inició hace rato esa estrategia, que en esencia se opone al acuerdo general de OMC.
Deberíamos presentar a la OMC todas las quejas por violaciones que nos perjudican (...) En los casos que ganemos, podremos adoptar medidas de retorsión: aranceles adicionales para productos de los que nos perjudican. Sería un medio de presión para que eliminen o suavicen sus medidas. Si no hay acuerdo, queda la guerra comercial. Pero no es la actitud tradicional de la Cancillería.
La Razón
Buenos Aires, Argentina
* Publicado el 21 de noviembre de 2005.
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