
La ex ministra del régimen militar confesó haber recibido disparos y amenazas de secuestros desde los servicios de seguridad de su primo, Augusto Pinochet. "Me cerraron las puertas por cuatro años en que estuve cesante, y que el señor Pinochet me mandó a matar dos veces", fueron las palabras usadas por Mónica Madariaga.
Mónica Madariaga, la ex ministra de Justicia y Educación del régimen militar, se refirió hoy en duros términos a la situación judicial que atraviesa su primo, el general en retiro Augusto Pinochet, al presentar el recién creado movimiento llamado Referente Nacional del Centro (Renace) y anunciar su apoyo al candidato de derecha, Sebatián Piñera.
“Creo que se está procediendo con mucha suavidad porque se le ha ido a tomar este fichaje a su propio domicilio, no se le ha alterado su hábitat, en circunstancias que cualquier otro ciudadano chileno, cualquiera que sea, está obligado a concurrir al Registro Civil a sacarse la foto de frente y de perfil. Con él la justicia ha sido muy suave”, sentenció al ex ministra de la dictadura.
Con estas palabras, Mónica Madariaga, se desvinculó completamente del régimen militar, además de recordar una vez más, que ella fue expulsada del gobierno y que estuvo cuatro años cesante.
Durante la explicación de este difícil pasaje de su vida, dijo que los organismo de seguridad de Augusto Pinochet, la mandaron a matar dos veces. "La gente me conoce. Estoy en una universidad donde el 80% de los alumnos son de la Comisión Valech, la gente sabe que me fui del Gobierno militar, que me expulsaron del Gobierno, que me cerraron las puertas por cuatro años en que estuve cesante, y que el señor Pinochet me mandó a matar dos veces".
“Me dispararon en la Costanera, me amenazaron de secuestro, no me cabe duda de que eran los servicios de seguridad, es testigo de ello el ex presidente Aylwin, don Enrique Krauss (ministro del Interior de la época), que me tuvieron que poner un detective durante un año arriba de mi auto” .
A pesar de todo -aclaró- aún siente cariño por el ex uniformado aunque le habría gustado ser recordada por participar en un buen gobierno, el que ahora está empañado por los procesos judiciales que enfrenta la familia Pinochet Hiriart.
“Evidentemente que uno no puede perder el cariño que siente por las personas sobre todo cuando llevan su propia sangre. Yo a él lo veo viejito, lo veo enfermo. Me da mucha pena, pero me hubiera encantado pasar junto con él a la historia con un gobierno de grandes realizaciones como las que se hicieron y sin corrupción, sin muerte y sin torturas”.
Dijo, además, sentirse “profundamente dolida” por los robos y torturas que se cometieron en esa época. “Como jamás tuve en vista ni la tortura ni el homicidio, tampoco tuve en vista la forma en que el patrimonio público fue mermado por coimas, por gastos reservados, por cuentas secretas, por familiares involucrados, usando apellidos falsos, pasaportes indebidos”.
Como lamentable calificó que para estas operaciones se haya utilizado el apellido de la abuela que ambos tienen en común, Ugarte, que está presente en “todos” los pasaportes y cuentas falsas.
“¿Por qué no le puso el de su esposa, que seguramente lo inspiró para hacer algunas de estas medidas? ¿Por qué no usó el Hiriart? ¿Por qué usó el Ugarte, el apellido de mis abuelos? ¿Por qué? Me duele, siento un profundo dolor, terminó diciendo con desahogo la abogada.
Mónica Madariaga, la ex ministra de Justicia y Educación del régimen militar, se refirió hoy en duros términos a la situación judicial que atraviesa su primo, el general en retiro Augusto Pinochet, al presentar el recién creado movimiento llamado Referente Nacional del Centro (Renace) y anunciar su apoyo al candidato de derecha, Sebatián Piñera.
“Creo que se está procediendo con mucha suavidad porque se le ha ido a tomar este fichaje a su propio domicilio, no se le ha alterado su hábitat, en circunstancias que cualquier otro ciudadano chileno, cualquiera que sea, está obligado a concurrir al Registro Civil a sacarse la foto de frente y de perfil. Con él la justicia ha sido muy suave”, sentenció al ex ministra de la dictadura.
Con estas palabras, Mónica Madariaga, se desvinculó completamente del régimen militar, además de recordar una vez más, que ella fue expulsada del gobierno y que estuvo cuatro años cesante.
Durante la explicación de este difícil pasaje de su vida, dijo que los organismo de seguridad de Augusto Pinochet, la mandaron a matar dos veces. "La gente me conoce. Estoy en una universidad donde el 80% de los alumnos son de la Comisión Valech, la gente sabe que me fui del Gobierno militar, que me expulsaron del Gobierno, que me cerraron las puertas por cuatro años en que estuve cesante, y que el señor Pinochet me mandó a matar dos veces".
“Me dispararon en la Costanera, me amenazaron de secuestro, no me cabe duda de que eran los servicios de seguridad, es testigo de ello el ex presidente Aylwin, don Enrique Krauss (ministro del Interior de la época), que me tuvieron que poner un detective durante un año arriba de mi auto” .
A pesar de todo -aclaró- aún siente cariño por el ex uniformado aunque le habría gustado ser recordada por participar en un buen gobierno, el que ahora está empañado por los procesos judiciales que enfrenta la familia Pinochet Hiriart.
“Evidentemente que uno no puede perder el cariño que siente por las personas sobre todo cuando llevan su propia sangre. Yo a él lo veo viejito, lo veo enfermo. Me da mucha pena, pero me hubiera encantado pasar junto con él a la historia con un gobierno de grandes realizaciones como las que se hicieron y sin corrupción, sin muerte y sin torturas”.
Dijo, además, sentirse “profundamente dolida” por los robos y torturas que se cometieron en esa época. “Como jamás tuve en vista ni la tortura ni el homicidio, tampoco tuve en vista la forma en que el patrimonio público fue mermado por coimas, por gastos reservados, por cuentas secretas, por familiares involucrados, usando apellidos falsos, pasaportes indebidos”.
Como lamentable calificó que para estas operaciones se haya utilizado el apellido de la abuela que ambos tienen en común, Ugarte, que está presente en “todos” los pasaportes y cuentas falsas.
“¿Por qué no le puso el de su esposa, que seguramente lo inspiró para hacer algunas de estas medidas? ¿Por qué no usó el Hiriart? ¿Por qué usó el Ugarte, el apellido de mis abuelos? ¿Por qué? Me duele, siento un profundo dolor, terminó diciendo con desahogo la abogada.

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