Ir al contenido principal

Cómo (no) entrar a la universidad

Domingo 25 de diciembre de 2005
El círculo vicioso de la educación
Para sus hijos descarte cualquier posibilidad de estudiar en colegio fiscal. Si no tiene otra opción, ahorre durante toda su vida para pagarles el preuniversitario más caro de la ciudad. Y si definitivamente no tiene un peso en el bolsillo, resígnese a una vida pobre y ojalá digna.
Nación Domingo
Francisca Araya/Daniel Salgado
Con uñas y dientes, Álvaro Pérez se aferra a su mayor deseo: estudiar Química en la Universidad de Santiago. De primero básico hasta cuarto medio estudió en el colegio municipal Indira Gandhi en la comuna de La Florida. No fuma, no toma y siempre fue el primer alumno de su curso, con un promedio de 6,7. A pesar de eso, sacó menos de 600 puntos en la PSU, lo que le da una pequeña chance de ingresar a esa carrera. Es la segunda vez que lo intenta.
Siete mil jóvenes con buenas notas no pueden entrar a la universidad porque en sus colegios la educación es mala y no tienen plata para pagarse un preuniversitario. Álvaro Pérez era uno de ellos, pero se propuso torcerle la mano al destino. Hasta el momento lo estaría logrando. No todos tienen la misma suerte.
Según datos proporcionados por la Universidad de Chile, de los 128 colegios con alumnos que obtuvieron puntajes nacionales en la PSU, 68% son privados pagados, 22% privados subvencionados y sólo 10% públicos, entre ellos el Instituto Nacional, el Liceo 1 (Javiera Carrera) de Santiago y el Carmela Carvajal de Providencia, colegios con una excelencia académica excepcional.
Pero hay un factor clave: el Preuniversitario Pedro de Valdivia logró 154 puntajes nacionales, la mitad de los mejores rendimientos en la PSU. Los alumnos de esa institución deben pagar aproximadamente 700 mil pesos anuales. Con estos resultados, los propietarios ya deben estar contando las lucas desesperadas de 2006.
La brecha educacional se puede mostrar comparando los puntajes obtenidos con el ingreso familiar de cada estudiante. Con un ingreso de 0 a 278 mil pesos mensuales, el puntaje promedio es de 472 puntos; con un ingreso de 278 a 834 mil, el puntaje es de 516 puntos, pero cuando el ingreso sube al rango de 834 mil a 1,4 millones de pesos, el puntaje alcanza los 563 puntos. Con ingresos de más de 2,5 millones mensuales, el puntaje promedio se empina por los 620 puntos.
Para Francisco Javier Gil, ex vicerrector de la Universidad de Santiago (Usach), lo que mejor prevé el rendimiento universitario de un joven “es su historia académica en el colegio y no la PSU. El buen estudiante pobre, hoy no entra a la universidad porque no tuvo una educación de calidad en el colegio y menos tuvo los recursos para costear un preuniversitario”.
Entre 1992 y 2004 ingresaron a la Usach 15.191 jóvenes provenientes de colegios municipales y subvencionados que fueron bonificados por tener excelentes notas. Estos alumnos “muestran las mejores calificaciones desde el inicio de sus carreras, se demoran menos en titularse y lo hacen en mucho mayor proporción, aunque no hayan tenido buenos puntajes en la prueba de selección”, dice Gil.
Pese a todo, el Consejo de Rectores prohibió a la universidad continuar este proyecto. El Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) declaró inviable la bonificación ¿Por qué? “Porque el cálculo de ésta demoraba tres días”, dice Gil. “Hay personas a quienes no les cabe en la cabeza que en colegios municipales y subvencionados haya chiquillos tremendamente talentosos”, señala. La Usach presentó un recurso de protección y llegó hasta la Corte Suprema, la que no se pronunció, aduciendo que el escrito fue presentado fuera de plazo.
SIN PAN NI PEDAZO
Álvaro Pérez, el que quiere estudiar Química, obtuvo un puntaje ganador para la universidad la primera vez que dio la PSU, en diciembre de 2004. Era el fin de una odisea de 12 años. Su familia saltaba de alegría; las largas noches de estudio, las peleas con los profesores, las burlas de sus compañeros, la mala educación, todo había valido la pena. Además, como “plan B” durante dos meses estudió a escondidas en un preuniversitario municipal, parte del programa Súmate, del Hogar de Cristo, programa que lo becaría para estudiar una carrera técnica con la condición de no postular a la universidad.
Pero tras la PSU cometió un error, uno muy pequeño: hizo mal su postulación y quedó fuera. Y el drama no terminó ahí. Su segunda opción, la beca Súmate, también se le escapó de entre sus dedos. El 24 de diciembre de 2004 lo llamaron. De los 350 alumnos que postularon sólo quedaron tres, y él era uno de ellos. “La Navidad de los pobres es un día cualquiera, pero esa noticia nos arregló las fiestas. Incluso fuimos a una ceremonia que se hizo con todos los becados en el santuario del padre Hurtado”, cuenta Ruth Cabrera, madre de Álvaro. Pero a las dos semanas lo llamaron de nuevo para decirle que habían reasignado su cupo, sin más explicaciones.
Este año, Álvaro se metió a un instituto, pero después de tres meses no pudo seguir pagando la mensualidad de 45 mil pesos. Lo abandonó y empezó a trabajar de reponedor en un supermercado. Y volvió a estudiar para la PSU y a postular a todas las becas que conoce. “Estuvo a punto de no inscribirse porque no teníamos plata, pero llamé a la señorita del DEMRE y pregunté qué podíamos hacer. ‘Traiga un cheque en garantía’, me dijo, y me reí. De dónde iba a sacar un cheque en garantía si no teníamos plata. Al final, igual nos dieron una solución”.
CÍRCULO VICIOSO
Los resultados de la prueba de selección universitaria ponen en cuestión la reforma educacional, proceso que ya lleva 10 años funcionando. Un dato clave que entregó la PSU fue que 58,4% de los colegios municipalizados obtuvo puntajes promedios iguales o superiores a los 450 puntos en lenguaje y matemática PSU. En el caso de los planteles particulares subvencionados, tal parámetro sube a 69%, y de los particulares pagados, a 91,2%.
Para el rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, las principales causas que obstruyen la educación pública son: la formación y capacitación docente inadecuada, los contenidos no pertinentes a la enseñanza, y un sistema municipalizado trabado con el aparato ministerial. Un colegio municipalizado promedio apenas cumple 50% de los contenidos propuestos para cada año, mientras el Instituto Nacional supera un 90%.
Al final, si un estudiante logra entrar a la universidad, no depende de su resultado en la PSU, sino de varios factores previos a este proceso; entre ellos, la calidad de la educación impartida por su establecimiento de egreso y el grupo socioeconómico de dicho establecimiento. Así concluyó la egresada de Ingeniería en Estadística de la Universidad de Santiago Karla Bahamondes, quien logró demostrar con un 90% de certeza que la PSU no es determinante para que un alumno logre ingresar a alguna de las carreras que ofrecen las universidades tradicionales, agrupadas en el llamado Consejo de Rectores. “Si uno nació pobre, va a morir pobre. Pero el desafío de la autoridad política y educacional es cambiar eso”, dijo Luis Riveros al respecto.
Otro estudio realizado por la Corporación Expansiva y liderado por el economista Dante Contreras reveló que sólo la educación superior, sea técnica o universitaria, permite salir de la pobreza. El cuarto medio no basta. “Eso es bien interesante, porque antes no estaba documentado. Este estudio dice que aquellas personas que han tenido educación técnico-profesional son menos vulnerables a volver a caer en pobreza y es más probable que salgan definitivamente”, explica.
“Los únicos que ganan con este sistema son los preuniversitarios”, dice el presidente de la FECH, Nicolás Grau. “Si el Gobierno levantara una plataforma en Internet con las guías y materiales para preparar la PSU, sería como democratizar el sistema y saldría costo cero. Nosotros estamos preparando algo similar”.
Mientras tanto, se consolidan los preuniversitarios populares que proliferan a lo largo del país y cada vez tienen mejores resultados. Por ejemplo, este año, 90% de los estudiantes que asistieron al preuniversitario popular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, obtuvo el puntaje necesario para ingresar a casas de estudio tradicionales. LND
Calificaciones versus PSU
El ingreso a la universidad en Inglaterra, Gales, Francia, Italia y Dinamarca depende en un 100% de las notas del postulante; en Alemania, las notas se ponderan en un 71%, y en España, en un 60%.
La propuesta de Francisco Javier Gil es crear una escala para cada colegio, para lo cual se consideran a los alumnos egresados de las tres promociones anteriores. Se hace un ranking de estos alumnos y se determina el puesto de cada alumno, según sus notas. Por ejemplo, los alumnos del puesto número 15° en un colegio tienen una nota 5,8 y en otro colegio 6,3, pero ambos tendrán prácticamente el mismo puntaje estandarizado porque tienen el mismo puesto.
“Los datos disponibles muestran que el mejor alumno de un colegio pobre y el mejor alumno de un colegio rico, una vez en la universidad, no muestran resultados diferentes atribuibles a su origen socioeconómico. Porque el éxito depende de la motivación, del sentido de responsabilidad, del gusto por la lectura, de su capacidad de síntesis”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

A UN AÑO DE LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE FRANCISCO CATALÁN

Lunes 28 de noviembre de 2005 ¿Dónde estás, Francisco? Las hermanas Catalán Avello no bajan los brazos. A un año de la desaparición de su hermano menor, luego de involucrarse con una prostituta, aseguran que van a seguir buscando, golpeando puertas y protestando como lo han hecho frente a Investigaciones. Ahora quieren cita con Clara Szczaranski. José Miguel Jaque La Nación Margarita , Angélica y Fabiola dicen que en la velatón del sábado en la noche, una especie de alivio les recorrió el cuerpo. Por primera vez desde que iniciaron la incesante búsqueda de su hermano Francisco Catalán Avello , desaparecido hace un año, una pequeña multitud se hizo parte de su dolor y angustia. Las tres hermanas se sintieron acompañadas. Sólo bastó un abrazo silencioso y una vela encendida. “Se cumplió un año, pero para mí fue un día como cualquier otro, con la misma pena. Y sigo esperando que aparezca Francisco... como todos los días” , cuenta Fabiola la mañana del domingo, luego de una jornada que ...

La red de protección del tío Paul

Domingo 22 de enero de 2006 LOS REVELADORES CAPÍTULOS DEL LIBRO “LOS AMIGOS DEL ‘DR.’ SCHÄFER". Políticos, ministros, abogados, empresarios, doctores y hasta el cura Hasbún pasaron alguna vez por Villa Baviera, compartieron un banquete en Bulnes o escucharon embelesados el coro de niños. Una investigación, recién publicada por Editorial Debate, de los periodistas Claudio Salinas y Hans Stange revisa los profundos nexos entre civiles y miembros del Estado con Villa Baviera. “Todos tienen su precio”, solía decir el jerarca. Por Claudio Salinas y Hans Stange La ex ministra de Justicia Mónica Madariaga (en la foto de la izquierda, quien también es prima del dictador Pinochet ) fue una de las más fervientes admiradoras de Paul Schäfer y su 'obra' . Sus palabras son elocuentes: “Sin ser alto, era imponente, de muy buen físico. Pese a su defecto visual, era extremadamente buenmozo. Muy bien vestido, con una presencia cuyo halo invade. No pasa inadvertido. Él llena espacios” . La ...

HISTORIAS DE CHILENOS PERDIDOS EN EL ANONIMATO

Domingo 27 de noviembre de 2005 Desaparecer sin apellido Durante diez días, la búsqueda de Chago Errázuriz sacudió a la opinión pública. Sandra Tolosa hizo lo propio arrodillándose ante el general Cienfuegos para que hallara a su hijo José Miguel Carrasco. Pero hay cientos de chilenos que se pierden en silencio y engordan las cifras de la Policía de Investigaciones. Dolor, angustia y desolación es la realidad que puede caer sobre sus hombros un día cualquiera. Carla Alonso La Nación “La Pascua no es igual sin él. Cenamos y las lágrimas caen encima de los platos. En Año Nuevo, la gente sale a la calle, se saluda y nosotros nos quedamos encerrados. ¿Para qué vamos a fingir que tenemos felicidad si por dentro estamos destruidos?” , relata Luisa Ruiz (en la foto) con un dejo de amargura. Ella perdió a su hijo Jordan Fernández hace casi ocho años. El joven tenía 15 cuando desapareció en un liceo de La Unión, donde estaba interno. Su padre, Ruperto Fernández (en la foto, a la izquierda),...