
En diciembre de 1970 el fundador y editor de la revista Rolling Stone, Jann Wenner, entrevistó a John Lennon en Nueva York. Extractos de la entrevista fueron publicados al año siguiente, pero jamás fue transmitida.
El diálogo no fue registrado para ser transmitido en audio, sino como base para la nota que sería publicada en la revista. El diálogo tuvo lugar apenas ocho meses después de la separación de Los Beatles y en ella Lennon habla con dureza de la vida en el grupo y de sus ex compañeros.
Yoko Ono, quien también estuvo presente en la grabación, dijo del entrevistador: “Jan es un periodista sabio e inteligente, en el sentido de que sabe escuchar y creo que por eso John habló y habló sin parar”.
Wenner tenía 24 años de edad y Lennon 30.
"Sabía que la entrevista haría historia, porque sabía lo que sentía John en ese momento y lo que estaba dispuesto a decir. Quería sacar todo lo que había estado cargando durante tanto tiempo y sentía que la única forma en podía liberarse era romper las cadenas él mismo".
Aprendí muchísimo con este álbum, técnicamente. Cosas que antes no tenía que aprender, porque George, Paul y yo, todos estábamos escuchando. Esta vez era mi álbum. Antes me avergonzaba un poco frente de Paul y George porque nos conocíamos tan bien, que de pronto decían: “Está tratando de ser Elvis”, o algo así.
Éramos supercríticos el uno del otro y en ese sentido nos inhibíamos mutuamente. Ahora sólo tuve conmigo a Yoko, que me ama, y pude tocar y cantar mucho mejor, me permitió relajarme.
Todas esas grabaciones, “In my life”, “I´m a loser”, “Help”, “Strawberry Fields”, todas fueron grabaciones personales. Realmente, nunca me gustó escribir canciones en tercera persona sobre gente que vive en torres de concreto. Me gusta la música en primera persona, pero por mis complejos y muchas otras cosas sólo muy de vez en cuando escribía específicamente sobre mi mismo. Ahora todo lo que escribí fue sobre mí. Y por eso me gusta. Esa música soy yo, y nadie más.
En este álbum prácticamente no hay metáforas, imágenes
No, porque no había ninguna en mi cabeza, no había alucinaciones.
No hay tampoco imágenes relativas a las noticias en los diarios.
Yo escribía conscientemente poesía. Pero en este álbum la poesía es más simple que cualquier creación antes porque estaba menos cohibido. Tuve menos problemas que nunca escribiendo ahora mis canciones porque no hubo problemas de ese tipo. Lo que siempre me gustó es el rock simple y nada más. No hay banalidades. Fui influenciado por el ácido y la psicodelia como toda mi generación, pero en realidad, lo que siempre me gustó fue el rock and roll.
¿Cómo elegiste los músicos?
Soy una persona muy nerviosa, no soy un engreído, como puedo sonar en esta entrevista. Lo que escuchan ahora es a Lennon proyectándose más allá de sus miedos. Elijo a gente que conozco en vez de extraños.
¿Por eso elegiste a Ringo?
Sí
¿Por qué te llevas tan bien con él?
Porque a pesar de todo, Los Beatles sí que podían tocar juntos cuando no estaban tensos. Cuando empiezo algo él sabe inmediatamente cómo seguirme. Hemos tocado juntos tanto tiempo.
Porque a pesar de todo, Los Beatles sí que podían tocar juntos cuando no estaban tensos. Cuando empiezo algo él sabe inmediatamente cómo seguirme. Hemos tocado juntos tanto tiempo.
Es lo único que a veces extraño. Que cuando estamos improvisando puedo apenas pestañear o hacer un sonido determinado y todos sabemos a dónde vamos.
Dijiste que este sería el primer álbum primal
Lo “primal” es como un espejo. En pocas palabras, la terapia primal nos permite experimentar nuestros sentimientos de una manera continua, y esos sentimientos usualmente nos hacen llorar. Antes bloqueaba mis sentimientos. Pero cuando los sentimientos finalmente se expresan te hacen llorar, es simplemente eso.
¿Cuál es tu concepto del dolor?
No se a qué te refieres.
Escribiste “Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor”.
El dolor es algo por lo que pasamos todo el tiempo. Nacemos con dolor y el dolor es algo con lo que vivimos casi todo el tiempo. Cuanto más dolor, más hacen falta los dioses. Tenía esa idea, de que “Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor”.
Así que me senté y empecé a escribir. “Dios es un concepto…”, y así seguí componiendo “No creo en magia…” y seguí lo que surgía espontáneamente en mi mente.
¿Cuándo supiste que trabajabas en esa dirección, en una que te lleva a decir que no crees en Los Beatles?
No sé cuándo fue que me di cuenta que estaba escribiendo todas estas cosas en las que no creo. Pude haber seguido como una de esas listas de tarjetas de Navidad. ¿Dónde terminará? Tenía a la iglesia, ¿quién me falta? Al final tuve que parar. Después pensé en dejar un espacio para que cada uno pusiera allí aquello en lo que no cree. Había perdido el control.
Comentarios